lunes, 5 de diciembre de 2011

HERRAMIENTAS CRIMINALISTICAS

PLANIMETRIA
Es la parte de la topografia que estudia el conjunto de métodos y procedimientos que tienden a conseguir la representación a escala de todos los detalles interesantes del terreno sobre una superficie plana (plano geometria), prescindiendo de su relieve y se representa en una proyeccion horizontal.
La planimetría es la parte de la topografía que estudia el conjunto de procedimientos que tienden a conseguir la representación a escala de todos los detalles interesantes del terreno sobre una superficie plana.

       


PAPILOSCOPIA
Es la ciencia que estudia la morfología papilar con fines de identificación humana de forma fehaciente, categórica e indubitable. La papiloscopia se compone de cuatro ramas, a saber, la dactiloscopia que es el estudio de los diseños obrantes en los pulpejos de la tercer falange de los dígitos; la palametoscopia que constituye el estudio de los diseños obrantes en la cara interna de las manos, la pelmatoscopia que es el estudio de los diseños obrantes en la cara interna de los pies y la poroscopía que se basa en probabilidades.




POLIGRAFO
El llamado detector de mentiras, máquina de la verdad o polígrafo es un tipo particular de instrumento de medicion utilizado para el registro de respuestas fisiológicas. Registra las variaciones de la presión arterial, el ritmo cardíaco, la frecuencia respiratoria y la respuesta galvánica o conductancia de la piel, que se generan ante determinadas preguntas que se realizan al sujeto sometido a la prueba. También posee la capacidad de medir parámetros como el movimiento del interrogado, de cara a evitar posibles contramedidas durante el interrogatorio.
Se considera que fue inventado en 1938 por Leonard Keeler, del Departamento de Policía de Berkeley quien creó el primer polígrafo de tres canales que imprimía sus resultados en papel.

   

AESINOS EN SERIE

LA MATAVIEJITAS
"La Dama del Silencio" fue arrestada el 25 de enero de 2006
Una de las historias más recientes es la de Juana Barraza Samperio, "La Mataviejitas", cuyo caso llegó a conmocionar a miles de familias de la ciudad, quienes temían dejar solos a los adultos mayores, ya que por varios años se convirtieron en víctimas de esta atroz cuidadora, sentenciada a pasar 759 años tras las rejas, aunque por ley purgará una condena no mayor a 50 y una multa de 100 mil pesos.
"La Dama del Silencio", como era conocida en el mundo de las luchas, fue arrestada el 25 de enero de 2006 y acusada de haber cometido 16 crímenes, 13 robos agravados (por tratarse de víctimas mayores de 60 años de edad), más una decena de daños morales y perjuicios, entre otros.


EL CANIBAL DE LA GUERRERO
El caso de José Luis Calva Zepeda, conocido como "El Caníbal de la Guerrero", se presentó en la colonia Guerrero de la ciudad de México y llegó a su fin el 11 de diciembre del 2007, cuando el acusado presumiblemente se quitó la vida en su celda del Reclusorio Norte, aunque sus familiares pusieron en duda esa versión, como lo hizo saber en su momento su hermana, quien dijo que el cuerpo presentaba marcas de tortura y presuntamente violación por parte de los internos.
José Luis Calva fue trasladado al Reclusorio Norte por ser encontrado culpable de los crímenes contra tres mujeres, además de ser acusado por autoridades de cometer actos de canibalismo, tras revelar que comía partes de sus víctimas.
Los agredidos fueron Alejandra Galeana Garabito (su pareja sentimental), una ex novia y una sexoservidora. El 18 de octubre de 2007 se dio a conocer un expediente de la Fiscalía donde se detalla que Olga Livia, ex pareja de Cepeda, también habría sido víctima de maltratos, llegándose a comentar que el ahora occiso la obligó a ver películas pornográficas de zoofilia y a tener relaciones sexuales sadomasoquistas.
                                           

EL SADICO
Raúl Osiel Marroquín, “El Sádico”, fue sentenciado junto a su cómplice a 288 años de prisión por cometer seis secuestros y asesinar a cuatro de sus rehenes. Todos homosexuales:
"No me arrepiento de lo que hice..., de tener la oportunidad lo volvería a hacer, sólo que sería más cuidadoso para no ser atrapado y no cometería los mismos errores que llevaron a mi captura..., de lo único que me arrepiento, es por lo que está pasando mi familia ahora...", declaró cuando fue arrestado el 23 de enero de 2006.
El modus operandi de "El Sádico" siempre fue el mismo, primero ahorcaba a sus víctimas, después las descuartizaba y colocaba los cuerpos en maletas para posteriormente abandonarlas en las inmediaciones del Metro Chabacano y la colonia Asturias.
Sus víctimas fueron Jonathan Razo Ayala, Ricardo López Hernández, Armando Rivas Pérez y Víctor Ángel Iván Gutiérrez Balderas. Los sobrevivientes fueron Juan Carlos Alfaro Alba y José Ricardo Galindo Valdés.

                                        

EL ESTRANGULADOR DE TACUBA
Gregorio "Goyo" Cárdenas, también conocido como "El Estrangulador de Tacuba", nació en 1915 y tenía especial predilección por las prostitutas, las mataba después de tener relaciones sexuales y las enterraba en el jardín de su casa.
La historia de Goyo Cárdenas, como la de gran parte de los asesinos seriales, va precedida de aspectos psicológicos provocados por el rechazo de la sociedad a la que pertenecen. Era una persona físicamente poco agraciada, con tics, tenía estrabismo, padeció sífilis y enuresis; fue víctima de una epidemia de encefalitis y sufría jaquecas constantes Cometió cuatro crímenes en 15 días; tres de ellos contra prostitutas y el último contra Graciela Arias, quien fuera su compañera de clases en la Facultad de Química. De acuerdo a los registros de la época, se cree que asesinó a Graciela porque se negó a ser su novia y, en un ataque de ira, la mató en su coche para llevarla después a su domicilio, ubicado en la calle Mar del Norte # 20, y enterrarla junto con las otras tres víctimas. Cuando se logró su arresto, fue llevado a Lecumberri, en donde por una extraña razón comenzó a gozar de ciertos privilegios: asistía a las clases de psiquiatría, recibía visitas familiares, sostenía relaciones con las enfermeras e incluso tenía licencia para salir cuando quisiera. En una ocasión se le ocurrió tomarse unas vacaciones en Oaxaca e incluso llegó a ser ovacionado en la Cámara de Diputados, ya que durante su estancia en prisión se aprendió el Código Penal y se convirtió en litigante de otros reclusos.
                                           


OTROS ASESINOS SERIALES
TED BUNDY
Los analistas estiman que el número de sus víctimas podría rondar las cien mujeres, muy lejos de los números oficiales de alrededor de treinta y seis. Antes de comenzar a asesinar perpetró una serie de hurtos en casas ajenas y comercios mientras estaba ebrio. El 4 de enero de 1974 entró en el cuarto de la universitaria Joni Lenz, de 18 años, la golpeó con una palanca metálica y la violó con una pata de la cama. Al día siguiente, la chica fue hallada malherida y sobrevivió con daño cerebral permanente. Bundy contaba con 27 años. Veintisiete días después atacó a la estudiante en Psicología de la Universidad de Washington Lynda Ann Healy, de 21 años. Bundy entró en su dormitorio, la dejó inconsciente con un golpe y la sacó de la escuela. Nadie notó la ausencia de la joven hasta el día siguiente. La policía no estableció ninguna conexión entre las dos agresiones y tampoco se hicieron mayores pruebas ni estudios de la escena del crimen. Los restos de Lynda Ann fueron descubiertos un año después en una montaña cercana. Durante la primavera y verano de 1974 desaparecieron varias universitarias. Se calcula que fueron ocho víctimas a las que atacó de noche, hasta que comenzó a hacerlo de día. La policía había iniciado una investigación y contaba con descripciones acerca de un hombre que solicitaba ayuda a chicas que jamás volvían a ser vistas. El individuo tenía la particularidad de ir cargado con libros y llevar un brazo enyesado o en cabestrillo. También hubo testigos que observaron a un hombre que solía tener "problemas" para arrancar su Volkswagen el cual había sido visto rondando el sitio donde desaparecieron dos de las jóvenes asesinadas.

                                           

HAROLD SHIPMAN “EL DOCTOR MUERTE”
Harold Frederick "Fred" Shipman (14 de enero de 1946 - 13 de enero de 2004) fue un médico británico, acusado de matar a 218 de sus pacientes, corroborado solamente en 15 de ellos. Es conocido por ser uno de los peores asesinos en serie de la historia moderna. En el año 2000, Shipman fue condenado a 15 cadenas perpetuas consecutivas por los asesinatos de 15 de sus pacientes. Después del juicio, la policía siguió investigando los archivos del doctor Shipman o como lo apodaron posteriormente, el doctor "Muerte", ya que se estimaba que Shipman había asesinado muchas más veces y que podría haber llegado a matar a 215 pacientes, de los cuales el 80% de ellos eran mujeres. También las edades de las víctimas eran un cuestionamiento para la policía, ya que la persona más joven que Shipman había matado entre esos 15 corroborados, era Peter Lewis de 41 años de edad. Finalmente, las investigaciones terminaron con un posible saldo de 250 víctimas, pero se cerró la investigación con el número oficial de 218 asesinatos altamente probables. Muchas de las legislaciones británicas sobre cuidado médico y a la medicina fueron repasadas y modificadas notablemente como resultado directo e indirecto de los crímenes de Shipman, especialmente después de los resultados de las investigaciones sobre Shipman (comenzadas el 1 de septiembre de 2000.

            
                                      




HERMAN WEBSTER DR. HOLMES
Fue un asesino en serie estadounidense que confesó hasta 27 asesinatos y seis intentos de asesinato. Alto, guapo, con aire distinguido, siempre elegantemente vestido, Mudgett tenía innumerables éxitos amorosos. Al llegar a su nueva ciudad no tardó en seducir a una joven millonaria llamada Myrta Belknap. Tomó el nombre de Holmes para vencer las reticencias que la señorita le oponía, se casó con ella y gracias a unas falsificaciones de escrituras, estafó 5,000 dólares a su familia política para hacerse construir una casa suntuosa en Wilmette. Luego consiguió en las afueras de Englewood, la herencia de una farmacia propiedad de una viuda de quien se hizo su amante y hombre de confianza. A base de falsificaciones de contabilidad y de malversaciones de fondos, logró hacerse dueño de la totalidad de sus bienes y después la hizo desaparecer. Con el final de la exposición, las rentas del hotel acusaron una caída brutal y Holmes se encontró pronto corto de dinero. Para procurarse ingresos incendió el último piso de su inmueble y reclamar a su asegurador una prima de 60,000 dólares, sin pensar que la compañía podría hacer una investigación antes de pagárselos. Una vez descubierto, el doctor se refugió en Texas, donde realizó estafas que lo llevaron por primera vez a la cárcel. Liberado bajo fianza, vuelve a salir unos meses después no sin haber puesto en pie una nueva operación criminal. La idea era sencilla: un cómplice, llamado Pitizel, debía hacerse un seguro de vida en una compañía de Filadelfia. Luego se presentaría como suyo un cadáver anónimo desfigurado por un accidente. La prima que cobraría la sra. Pitizel sería repartida y el "muerto" iría durante algún tiempo a hacerse olvidar a Sudamérica. Sin embargo Holmes cambió de planes y mató realmente a Pitizel, evitándose la búsqueda de un cadáver desfigurado y quedándose con todo el dinero de la prima, ya que luego se deshizo de la sra. Pitifiel y sus hijos. Sin embargo, un antiguo compañero de celda, Marion Hedgepeth, le denunció y la policía realizó una investigación. Como resultado de ello, Holmes confesó la estafa a la aseguradora y los asesinatos de Pitifiel y su familia. Holmes fue condenado a muerte por el Tribunal de Filadelfia y ahorcado el 7 de mayo de 1896, contando con treinta y cuatro años.